Estudiar una maestría en Europa tiene muchos beneficios, desde aprender un nuevo idioma y mejorar tus perspectivas laborales hasta experimentar ciudades históricas, disfrutar de una excelente calidad de vida y comer comida deliciosa. Aquí te mostramos nuestras principales razones por las que deberías dar el salto.

Ampliarás tu forma de pensar sobre el mundo

Te unirás a un entorno multicultural y harás amigos de todo el mundo, lo que te abrirá a perspectivas, aventuras y oportunidades únicas.

Cada ciudad europea importante cuenta con una variedad de museos, catedrales, galerías de arte y casas históricas que muestran la compleja historia y belleza de cada lugar.

También podrás probar la cocina local, desde pizza en Italia hasta queso y vino tinto en Francia.

Una maestría en Europa combina una calidad de reconocimiento global mientras se aprende una nueva apreciación por el mundo en el que vivimos.

Tendrás la oportunidad de explorar Europa más a fondo

Uno de los beneficios de estudiar una maestría en Europa, es que puede permitirte explorar otros países europeos. También puedes explorar otras ciudades locales y puntos de interés en tu lugar de estudio, por ejemplo, estudiar en Berlín pero aprovechar las vacaciones para viajar a Colonia y Frankfurt.

Tendrás la oportunidad de aprender un nuevo idioma

Incluso si tu maestría se imparte íntegramente en inglés, aprender un nuevo idioma te permitirá sumergirte en la cultura local, fortalecer tu currículum y te mantendrá mentalmente activo. Aprender los conceptos básicos, como pedir una bebida o preguntar direcciones, aumentará tu confianza y te dará un sentido de pertenencia a tu nueva ciudad.

Como estudiante de maestría internacional, probablemente conocerás estudiantes de todo el mundo que hablan diferentes idiomas, lo que te brindará más oportunidades para elegir nuevas frases y perspectivas.

Estudia una maestría en una universidad europea de primer nivel

Times Higher Education incluye 33 universidades europeas entre las 100 mejores de 2023, un guiño a su reputación internacional de excelencia en la enseñanza y el aprendizaje. Instituciones de talla mundial y entornos de aprendizaje únicos hacen de Europa un destino ideal para estudiar una maestría.

Maestrías en Europa

Los programas de maestría en Europa suelen durar dos años (esto puede variar de un país a otro), lo que te permite obtener una comprensión más amplia de su tema. Los estudiantes de maestría en Europa suelen realizar pasantías de verano entre el primer y el segundo año, donde adquieren experiencia extracurricular relacionada con su campo de estudio.

Los programas de maestría en Europa suelen valer 120 puntos en el Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (ECTS).

Las maestrías en Europa suelen tener tasas de matrícula más bajas

Muchos países europeos, como Alemania, Austria y Finlandia, ofrecen matrícula gratuita, y otros, tarifas relativamente cómodas, como Francia y los Países Bajos. Algunos pueden ofrecer tasas de matrícula bajas o nulas solo a nacionales de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo. Otros países europeos, como Alemania y Noruega, tienen políticas generosas en materia de tasas de matrícula para residentes de países no pertenecientes a la Unión Europea.

Una maestría en Europa puede generar mejores oportunidades laborales

Los empleadores valoran universalmente las habilidades de tolerancia, independencia y curiosidad que generalmente se desarrollan mientras se estudia una maestría en el extranjero.

En la mayoría de los países europeos, puedes trabajar a tiempo parcial si tienes una visa de estudiante. Puedes encontrar un trabajo o una pasantía que te ayude con los gastos y te permita trabajar en ese país.

La experiencia laboral internacional te resultará útil sin importar a qué país decidas ir después de graduarte. Mejorará tu currículum. Incluso un trabajo a tiempo parcial en Suecia o una práctica en España, demostrará a tus futuros empleadores que eres audaz y que puedes afrontar desafíos a nivel internacional.

Conclusión

Estudiar una maestría en Europa puede ser una experiencia enriquecedora. Con su cultura diversa, excelentes universidades y emocionantes perspectivas profesionales, estudiar en Europa brinda la oportunidad de una educación de primer nivel que puede abrir muchas puertas a los estudiantes.